Un implante dental es un tornillo de titanio que pasa por un tratamiento especial en su superficie externa para permitir que haya una integración biológica con el hueso. Este tornillo cuenta con una cuerda externa, con la cual obtiene su fijación primaria al hueso, y una cuerda interna que es la que utilizamos para atornillar y desatornillar cualquier tipo de aditamentos que nos ayuden a sostener una prótesis. Los implantes cumplen una función similar a la de la raíz de un diente y tienen un amplio rango de utilización, pueden servir para reponer desde un solo diente hasta para sostener una dentadura completa, ya sea fija y atornillada o removible con broches. El tratamiento con implantes tiene generalmente dos etapas, una es la etapa quirúrgica, en donde se realiza la colocación de los implantes en el hueso, y otra es la etapa protésica, en donde se elabora la prótesis que va a sostener el implante, estas etapas normalmente se separan una de otra por un tiempo de alrededor de 5 meses aproximadamente, aunque esto puede variar dependiendo la técnica utilizada, en este tiempo sucede la integración biológica del implante con el hueso para posteriormente empezar a funcionar con una prótesis. Hoy en día existen muchas marcas de implantes en el mercado, encontrando una gran variedad de costos así como de niveles de calidad. Del mismo modo los diseños de las prótesis sostenidas por implantes son muy variados, así como los materiales utilizados y los costos.